25 de mayo de 2011

TIEMPO DE USAR EL MIEDO A FAVOR

Estaba cansada, con las piernas acalambradas y los brazos doloridos. Con mis escasos años adolescentes y mi mochila al hombro había escalado, durante horas, un conocido cerro en Bariloche.

Cuando por fin pisamos tierra firme, sentí que desfallecía…

Deseaba llorar, estaba molesta por haber tenido que hacer algo que no me gustaba y el agotamiento parecía aún mayor cuando recordaba la odisea: trepar y trepar sin mirar el vacío que había a mis espaldas…

Mientras el resto del grupo decidió no detenerse y avanzar el último tramo que faltaba para llegar al refugio, yo me quedé en el camino.

Estimo que faltarían unos 20 metros porque desde donde estaba podía ver la pequeña cabaña dispuesta para albergar a todos los escaladores que iban a descansar mientras tomaban una taza de chocolate caliente.

Sola, con un anochecer inminente, me senté en el suelo, apoyé mi espalda en una gran roca y, me eché a morir… Ni la cercanía de la meta, ni el saberme abandonada en medio de arbustos y piedras, me animaban a ponerme de pie y avanzar.

De pronto, debajo de la roca que me servía de sostén, salió, arrastrándose a gran velocidad, una diminuta lagartija.

¿Quién dijo que el miedo es una emoción negativa? ¡El “Correcaminos”, huyendo del Coyote no podría haber corrido más veloz que yo! ¡Podría decirse que recorrí el trayecto que me faltaba casi a la velocidad de la luz!

Llegué al albergue en segundos y, cuando mis compañeras de travesía finalmente llegaron, yo ya estaba tomando mi tazón de un riquísimo y humeante chocolate.


Mujer:

¡Cuántas veces desmayamos y sentimos que no podemos seguir! La extenuación se refleja en el cuerpo, la mente y las emociones, y hasta el espíritu se abate…

El malestar resulta más devastador cuando estamos cerca de la bandera de llegada, y las fuerzas dicen “no más” “hasta acá”.

Entonces aparece una situación estresante y adrenalínica que nos saca del letargo y nos obliga a movernos.

¿Estás abandonada en la noche? ¿ Ya no hay quién te acompañe y te anime a seguir? ¿No te importa dejar de luchar? ¿Te has echado a morir en la roca de tu situación?

¡Te hace falta una lagartija!

¡No descalifiques el miedo que surja en el último trecho porque puede ser el estímulo que necesites para llegar a la meta!

2 comentarios:

judi dijo...

susy!!!! que alegría abrir el blog y ver un nuevo tiempo... !!! y justo encontrarme con este relato con el que tanto me identifico.... que me hizo tanto bien...cada vez que me lo contaste!!!!!... LOS ÚLTIMOS 20 METROS!!!!....no puedo escribir mucho pero me invaden miles de pensamientos... recuerdos ...lagartijas que me ayudaron y me hacieron y hacen correr hasta la meta..cada vez que creí desmayar... EL SEÑOR ESTÁ EN EL CONTROL DE TODAS LAS COSAS!!!! VAMOS !!!!! LOS ÚLTIMOS 20 METROS!!!!...bendiciones para todas las que son parte de este espacio y somos bendecidas por susy mientras transitamos...tal vez por un desierto...o escalamos esa montaña que parece nunca llegar a sus fin... gracias susy!!! GRACIAS SEÑOR!!!!

judi dijo...

quise decir llegar a SU fin...sory

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